5 razones que explican por qué ganó el Frente Amplio

Por Nery Pinatto

Ante la sorpresa de la mayoría de los uruguayos, el Frente Amplio alcanzó el domingo 26 de octubre casi 48% de votación y con ello, en nuestro (des)proporcional sistema electoral, insólitamente alcanzó la mayoría parlamentaria, al igual que en el 2009. Pero, antes de explicar eso quebremos un gajo por aquellas encuestadoras que le erraron feo en sus pronósticos (Interconsult, Equipos y Cifra): todos investigamos dentro del país.

Y dentro del país la proyección de votación del Frente Amplio en su máxima posibilidad era de un 46% (como lo pronosticaron MPC y Factum). El FA llega a 48% gracias al 2% que le viene del extranjero y que, obviamente, no está en el campo de investigación de las encuestadoras.

Interconsult proyectaba 43% (error real -3%), Equipos y Cifra 44% (error real -2%), MPC y Factum 46% (acierto total). Vemos que las que tuvieron errores fueron dentro del margen de error de sus investigaciones.

Sé que no debería defenderlas porque ninguna de ellas nunca jamás fueron solidarias con MPC por el bardeo que nos hicieron los grandes medios por presión política. Es más, fueron cómplices de ello. Pero, bueno, no somos iguales. Ni siquiera, parecidos… por suerte.

Las 5 razones para comprender lo que salió de las urnas el domingo 26 de octubre y entender por qué ganó el Frente Amplio.

1. EL (DES) PROPORCIONAL SISTEMA DE ADJUDICACIÓN DE BANCAS PARLAMENTARIAS.

El FA ni siquiera alcanza el 48% y sin embargo se le adjudica casi un 51% de las bancas en diputados (50 en 99). Porqué? Cómo se entiende eso? Solamente por un vetusto sistema de adjudicación de bancas aplicado en y para un país bipolar electoralmente como lo era en la época de blancos y colorados en la que se repartían los restos de las bancas uno u otro.

Todo el resto del sistema político alcanza el 50% y sin embargo suman 49 diputados…

2. EL VOTO FORÁNEO: EL “EJÉRCITO DE RESERVA” DEL FA.

EN el 2009 el 62% de los uruguayos votaron en contra del voto epistolar o foráneo. Cuando casi un 3% cruza el charco y viene nada más que a votar, no es acaso una trampa al espíritu de esa decisión de una amplia mayoría de uruguayos? Claro que lo es. Porque venir de Buenos Aires o las provincias limítrofes argentinas a votar a Uruguay a veces es recorrer menos distancia que dentro del mismo país. Está claro que es un voto epistolar, con la única diferencia que en vez de votar en consulados uruguayos tan solo cruzan el charco y ya está. Y no me duelen prendas decirlo pues yo apoyé el voto epistolar pues creo que allí donde esté un compatriota, allí también está el país. Pero una inmensa mayoría no lo creyó así y por eso votó lo que votó.

Debería prohibirse el voto a todo compatriota que no demuestre residencia en el país en un tiempo prudencial comprobado y así respetar el espíritu de esa definición popular.

El FA sabía por sus propias investigaciones que con los votos dentro de fronteras no llegaba a evitar perder la mayoría parlamentaria y encima arriesgaba perder en segunda vuelta. Que hizo? Movilizó a su “ejército de reserva”: el voto foráneo. Más de 50.000 electores vinieron, le dieron la mayoría parlamentaria y lo posicionaron como absoluto favorito a ganar el 30 de noviembre, y se fueron…No debe haber partido en el mundo democrático con esa capacidad.

3. PEDRO BORDABERRY.

El candidato presidencial colorado fue el principal aliado extrapartidario del FA. Toda su estrategia de campaña parece haber sido armada con la premisa básica de beneficiar los intereses oficialistas. Primero, cerró la única puerta de entrada de votos batllistas que migraron al FA en la última década al no incluir a un integrante de Batllistas de Ley en la fórmula. Está claro que a él le importaba más terminar la tarea inconclusa de su padre que era firmar el certificado de defunción del batllismo en el Partido Colorado (cosa que logró con todo éxito). Había cerca de 200.000 electores (8%) en la frontera entre el batllismo y el astorismo. El PC no pudo captar voto alguno a pesar de todos los horrores del gobierno de José Mujica. En la campaña, se destacó más por golpear a su vecino de barrio que a su adversario ideológico. De paso, ya mató al salteño Germán Coutinho tanto en sus aspiraciones de proyección nacional como de repetir intendencia: completito.

4. LUIS LACALLE POU.

En un diálogo que tuve con el candidato blanco a comienzos de setiembre le plantee que hacer toda la campaña con esto de LA POSITIVA (una rara mezcla de budismo zen con cristianismo primitivo) iba a terminar aburriendo a la gente. Su respuesta fue de que él lo que buscaba transmitir al pueblo era que pretendía hacerlo mejor que los que estaban en el poder. Bárbaro. Pero el tema es que cualquiera que está en la oposición quiere lo mismo y es obvio que así sea. Y por obvio se vuelve redundante, y por redundante, se transforma en aburrido con el paso del tiempo. Y fue lo que pasó: al final de la campaña, la gente necesitaba un líder de la oposición que golpeara. No es casualidad que los únicos partidos que crecieron fueron los que criticaron, cada uno a su manera: el PI y la UP. Luis Lacalle Pou terminó esclavo de su propia estrategia, que se le volvió MUY NEGATIVA porque no pudo cambiarla. A comienzos de octubre el PN marcaba 34%. Terminó en menos de 31%.

Y ahora vamos a una 2º vuelta, obvia, redundante y aburridamente POR LA POSITIVA…

5. EL VOTO CAUTIVO DEL FA.

El FA comienza cualquier campaña electoral con por lo menos un piso de 35% de electores cautivos. Es una base impresionante que tan solo con un tercio de ello de ganancia en la campaña le lleva a ganar las elecciones. Tan impresionante como envidiable. Se debe a una gran gestión, como pensaría cualquier extranjero que se interesara por el tema? Claro que no: remember PLUNA, ASSE, ANCAP, los procesados y presos por corrupción, las mentiras sobre la inflación, el desempleo, el reparto de la riqueza, la pobreza(especialmente infantil), el desastre en la educación, la inseguridad, la salud, la extranjerización de la tierra, la deuda impagable, la alianza con los intereses económicos extranjeros, etc, etc…

Y entonces, cómo se entiende la fidelidad de la casi mitad de los compatriotas?

Arriesguemos una explicación: del total de votantes del FA habrá no más de un 10% que aún lo siguen haciendo por razones “ideológicas”. Viejos principistas de los que cada vez quedan menos. Seguramente, más de un 90% lo votan por razones de “interés”: los miles y miles que chupan de la generosísima teta del estado (dirigentes rentados, funcionarios, jerarcas, todo tipo de ong’s, etc), y los no menos miles que se benefician del gran invento electoral del FA (en  realidad es una idea de los organismos financieros internacionales) que es el MIDES: más de 300.000 compatriotas están ligados a este gran complejo electoral de la izquierda (hoy, un estado dentro del estado). Uruguay es solamente superado por Bolivia en toda América en población dependiente de la ayuda estatal: 32%, y a este terrible porcentaje hay que sumarle que somos los últimos en rendimiento escolar. El FA aplica a rajatabla y al revés la máxima más gloriosa de José Gervasio Artigas: “sean los orientales tan ignorantes como dependientes”.

Por supuesto que el rol del PIT-CNT ya merecería un artículo propio…

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