Cerca de 7.700 son los refugiados en Brasil. Vienen de 81 naciones diferentes.

Cerca de 7700 son los refugiados en Brasil

De todas partes del mundo llegan los refugiados en Brasil; quienes buscan una mejor calidad de vida en el país.

Con el aporte de Agencia Brasil.

Cerca de 7.700 son los refugiados en Brasil; 25% son mujeres. En 2014, este país fue el que más pedidos de refugio recibió en América Latina. Los refugiados llegaron desde 81 naciones diferentes. Los sirios configuran el mayor grupo, representando un 23% del total. Le siguen Colombia, Angola y la República Democrática del Congo.

Pero también se han registrado ingresos de personas provenientes del Líbano, de Palestina, Libéria, Iraq, Bolivia y Sierra Leona. De acuerdo con el Comité Nacional para Refugiados (CONARE) do Ministerio de Justicia, la mayoría de los pedidos de refugio se ingresaron en San Pablo (36%). Luego, le siguieron el estado de Acre (16%), Rio Grande del Sur (11%) y Paraná (7,5%).

Por su parte, el estado de San Pablo es el que más refugiados en Brasil posee. En efecto, en esta unidad federativa pueden encontrarse 3.809 refugiados, de los cuales 3.276 se encuentran en la capital, San Pablo.

De acuerdo con Paulo Guerra -director adjunto del Departamento de Estranjeros y representante de CONARE- la obligación constitucional con relación a la entrada de los refugiados y su legalización es del gobierno federal. En tal sentido, el jerarca afirma que están trabajando para encontrar los problemas y resolverlos.

En tal sentido, Guerra declaró que “Estamos haciendo un análisis de lo que se necesita hacer en términos administrativos y de gestión, y haremos lo que los recursos nos permitan hacer. Ya se ha organizado, pero no podemos obligar a las personas a ir a donde no quieren. Si ellos desean quedarse en San Pablo, van a quedarse. Nosotros no podemos cambiar eso.

Para el secretario estadual de Desarrollo Social, Floriano Pesaro, el país no estaba preparado para el flujo migratorio que existe actualmente. San Pablo ha recibido un alto número de personas que buscan estabilidad; y hemos buscado responder esas necesidades. El jerarca señaló que “lo que más nos preocupa hoy es la falta de documentación, la lentitud del gobierno federal en documentar a esos refugiados en Brasil y en ayudarnos en la distribución por el país. Necesitamos que el gobierno federal nos ayude a organizar este asunto.

Paulo Illes, coordinador de Políticas para Inmigrantes, de la Secretaría Municipal de Derechos Humanos de San Pablo, afirmó que es preciso alcanzar una articulación nacional para que los inmigrantes sean documentados y puedan solicitar el carné de trabajador, ya que el mercado laboral está consiguiendo incorporarlos e integrarlos al sistema. Y declaró que  “nosotros hemos hecho un acuerdo con algunas empresas, que han empleado a inmigrantes, inclusive para otros estados. La realidad de la inmigración en Brasil es manejable, pero se requiere el desarrollo de una política que nos permita brindar una recepción más digna”.

El representante del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para Refugiados en Brasil (ACNUR), Andrés Ramírez, destacó que es un mito pensar que la mayoría de los refugiados está en los países desarrollados. En efecto, el 86% de refugiados se encuentra en países en desarrollo.

En tal sentido, Ramírez expresó que “a lo largo de la historia, Brasil ha tenido una buena respuesta desde el punto de vista humanitario, y los países que no tienen una política generosa y de puertas abiertas a los que precisan de ayuda, deberían aprender de Brasil”. En su opinión, el ejemplo debe mejorar mucho, pero aún así puede ser considerado ejemplar. Y sentenció que “esas personas que llegan está únicamente intentando salvar sus vidas”.

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